El éxodo ocurre después de una serie de matanzas que obligaron a cientos de personas a huir y que suscitaron denuncias de que el gobierno no está haciendo lo suficiente para protegerlos.
Nabil Shukrala, de la Iglesia Evangélica de Ismailía, a 120 kilómetros (75 millas) al este de El Cairo, informó que más de 100 familias de la ciudad de el-Arish y zonas cercanas han pasado por la iglesia.
Dijo que las familias llegan aterrorizadas, exhaustas y necesitadas de agua y alimentos, que la iglesia tiene gracias a donaciones de parroquias circundantes. Las familias son transportadas en autobuses para ser alojadas en la ciudad y sus alrededores, ya sea en hogares privados o en viviendas públicas.