Incluso Tiger Woods.
Europa tomaba impulso al acercarse a un punto el sábado en Hazeltine. El capitán estadounidense Davis Love III escuchó ideas encontradas por radio y mensaje de texto de sus capitanes asistentes, todos ellos sopesando la mejor alineación para la última sesión de duelos por equipos. El debate se centró en Patrick Reed y Jordan Spieth, los únicos dos jugadores del equipo de Estados Unidos que no han tomado descanso.
"Finalmente le pregunté a Tiger, '¿Los ponemos a jugar o les damos descanso?' Me dijo 'No, debes enviarlos de nuevo al campo''', apuntó Love.
Reed brindó otro momento que seguramente engrosará su creciente reputación en la Copa Ryder.
Estuvo en su mejor forma en el duelo final junto a Spieth, tomando el control con grandes tiros y alentando a todo pulmón, montando el escenario para su equipo y colocando a los estadounidenses, nuevamente, a un paso de recuperar la copa.
"Para nosotros es el Capitán América", dijo Spieth tras su victoria de 2 y 1 sobre Henrik Stenson y Justin Rose, con el que aseguraron una ventaja de 9,5-6,5.
Estados Unidos necesita únicamente cinco puntos en los 12 partidos de sencillos para ganar la Copa Ryder por primera vez desde 2008, y apenas por tercera ocasión en las últimas dos décadas.
Ahora, el mayor desafío podría ser la historia.
Hace cuatro años tenían ventaja de 10-6 en Medinah cuando el equipo europeo montó un increíble despliegue de juego corto para coronar la mayor remontada para un equipo visitante en la historia de la Copa Ryder. Los europeos se refieren a ese evento como "El Milagro en Medinah", y el domingo necesitarán otro.
FUENTE: Associated Press