En un comunicado, las autoridades dijeron que el grupo introdujo clandestinamente "asombrosas cantidades" de droga desde México.
Las sentencias iban desde dos años y medio hasta 20 años de cárcel.
El fiscal federal John Horn dijo que el caso demuestra cómo Atlanta se ha convertido en un punto clave para el tráfico de drogas por parte de los carteles mexicanos.
Según el expediente, autobuses sin pasajeros llevaban las drogas desde Puebla, en México, directamente a la zona metropolitana de Atlanta. Las drogas solían estar escondidas en carcasas de baterías de los autobuses.
La investigación comenzó en octubre del 2013 y resultó en la confiscación de más de 270 kilos de metanfetaminas, 37 kilos de heroína, 27 kilos de cocaína y 680.000 dólares en efectivo.