La compañía, que fabrica turbinas de avión entre otros productos, dijo que la devaluación de la libra frente al dólar en casi 20% desde que Gran Bretaña votó en junio a favor de salir de la Unión Europea le obligó a reducir el valor de ciertos contratos financieros.
Además, pagó 671 millones de dólares para resolver denuncias de pago de sobornos a las autoridades regulatorias.
La compañía registró una pérdida neta de 4.000 millones de libras en 2016, comparado con un beneficio de 84 millones de libras en 2015. Los ingresos ascendieron a 15.000 millones de libras comparado con 13.700 millones el ejercicio anterior.
La compañía ya no produce los autos de lujo Rolls Royce, fabricados por BMW.