El ministro turco para Asuntos Europeos, Omar Celik, dijo que varios de los cancilleres parecían dispuestos a cruzar la fina línea de presionar a Turquía para que atienda sus preocupaciones sin empeorar aún más sus relaciones.
El ministro de Exteriores eslovaco, Miroslav Lajcak, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE, dijo que los 28 ministros de Exteriores tienen una postura común: "cuáles son nuestras expectativas de Turquía y que espera Turquía de nosotros".
Linas Linkevicius, canciller lituano, dijo que Turquía es "muy importante para la solución de los desafíos que enfrentan Europa y el mundo (...) Hay muchas, muchas razones para hablar".
Pero el responsable belga, Didier Raynders, no se contuvo en su crítica a la ofensiva contra amplios sectores de la sociedad turca tras el fallido golpe de Estado del pasado julio.
"Cuando se ve ese número de detenciones, los acontecimientos en el país, hay preocupación", dijo expresando una inquietud especial con el coqueteo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con la reimplantación de la pena de muerte. Eso sería, dijo "el fin de las aspiraciones (de Turquía) para unirse a la Unión Europea".
Ante lo distante de sus posturas, las esperanzas de lograr avances en la reunión del sábado parecen escasas.
Turquía presiona para la exención de visados a sus ciudadanos que viajen a la UE y amenaza con abandonar el pacto que impide a refugiados y migrantes llegar a las costas europeas si no se cumplen sus demandas. Pero Bruselas sostiene que solo accederá si Ankara da marcha atrás en su ofensiva contra los supuestos partidarios del golpe.
Las autoridades turcas están molestas también por los llamados a concluir las conversaciones sobre la entrada del país en el bloque.
FUENTE: Associated Press