La semana pasada autoridades locales decidieron buscar posibles bombas después que expertos que examinaban el suelo antes de trabajos de remoción de la rampa detectaron interferencia magnética en dos sitios. Un radio de 1.000 metros fue aislado y 54 vuelos fueron desviados a otros aeropuertos.
El concejo municipal de Langenhagen, donde está el aeropuerto, dijo que expertos desenterraron y desactivaron una bomba de 250 kilogramos. El segundo objeto sospechoso resultó ser un tubo de metal.
Más de 70 años después del fin de la guerra, aún se descubren regularmente bombas sin estallar durante trabajos de construcción en ciudades alemanas.