La Fundación Alemana de Arte Perdido, avalada por el gobierno, dijo el lunes que ha evaluado 502 obras, incluyendo algunas de Paul Cezanne, Eugene Delacroix y Albrecht Duerer.
La fundación tiene la tarea de investigar el origen del arte acumulado por Gurlitt, fallecido en 2014, quien había mantenido más de 1.200 obras en su apartamento de Munich y otras 250 en Salzburgo, Austria.
Su padre, Hildebrand Gurlitt, era un marchante que comerció con arte confiscado por los nazis.
El Archivo Federal de Alemania publicó a principios de año en internet cientos de fotos de la colección de arte de Hildebrand Gurlitt, como parte de los esfuerzos por encontrar a los dueños legítimos de las obras.