Si el gobernador Ricardo Rosselló decide acudir a los tribunales para evitar que se le imponga a los empleados públicos una reducción de jornada laboral y la eliminación del bono de Navidad, el exgobernador Alejandro García Padilla no titubeará en apoyarlo.
“Yo le he dicho al gobernador, personalmente y públicamente, que en todo aquello que él proponga que yo esté de acuerdo, yo lo voy a ayudar en lo que él necesite”, apuntó el exgobernador en entrevista con El Nuevo Día.
Ahora bien, advirtió de antemano que el plan fiscal aprobado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) contempla ambas medidas de austeridad. “Hay que cumplir con lo que dice el plan (fiscal). El problema es que la reducción de jornada está en su plan”, aseveró.
Sostuvo que la reducción de la jornada laboral impactará de manera adversa el desarrollo económico de la isla. “Porque en la medida en que el principal patrono del país, que es el gobierno, reduce la paga que cobran los empleados, hay menos chavos en la calle”, afirmó.
Rosselló ha dicho que no acataría una directriz en esa dirección. A un año de la aprobación de la ley federal PROMESA que dio paso a la creación de la Junta, García Padilla dijo que ese ente fue “un mal necesario” que le impuso el Congreso para dar paso a la reestructuración de la deuda.
Así las cosas, concurrió con el presidente de la Junta, José Carrión, en que ese ente federal fue “impuesto y antidemocrático”.